A pesar de que los meses han pasado, el verano no ha dejado ceder su paso al otoño. Los árboles se mantienen firmes de verde, el cielo sigue siendo azul y los atardeceres son vibrantes de tonalidades que deberían dejar estar en el inmortal firmamento para colorear las hojas. Hojas que han de vestir sus mejores colores antes de fallecer.
Son aislados los pocos puntos en los que el otoño resuena, como un eco, como un murmullo, como un suspiro. El tímido otoño de Houston...
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